Introducción al proyecto
El
siglo XX significó para la provincia andaluza de Málaga un periodo de constante
cambio, conflictos tanto políticos como sociales -incluyendo la II República,
la Guerra Civil y la posterior dictadura de Francisco Franco- un crecimiento
demográfico inferior al del resto de España y una economía llena de ajustes en
una sociedad atrasada en la que la oligarquía controlaba los ámbitos más
importantes. En conclusión, una etapa oscura en la historia malagueña que
desencadenaría otros muchos sucesos. Sin embargo, el comienzo de nuestra
historia data de los años previos a la I Guerra Mundial, antes de que todo
estallase y comenzase el declive hacia el franquismo. Nos centramos en el
reinado de Alfonso XIII, una etapa en la que la economía española comenzó a
enriquecerse. La colaboración de la burguesía fue esencial para contribuir al
crecimiento económico que experimentó el país durante los cuatro años que
duraría la guerra, al mismo tiempo que concedían suministros a su nación
vecina, Francia, entre otras. Podemos ver este periodo, por tanto, como una
fase positiva para España.
Fue
durante el mismo año del desenlace de la Gran Guerra, en 1918, cuando Málaga
vio nacer un nuevo concepto que revolucionaría los aspectos sociales más
arraigados. Los Baños del Carmen fueron concebidos como un centro de ocio
destinado a la clase burguesa, quien visitaría sus jardines y haría uso de su
balneario como una actividad lúdica cuanto menos ambiciosa. Un Balneario que
concentraría miles de gentes, tan diferentes entre sí, y por tanto miles de
historias, y que rompería, con el paso del tiempo, la larga tradición que tenía
como inmoral un baño público compartido entre hombres y mujeres.
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